Israel —oficialmente Estado de
Israel
Con una población de casi 9 millones de habitantes, la
mayoría de los cuales son judíos, Israel es el único
Estado judío del mundo.
La capital (con reconocimiento internacional
limitado), sede del gobierno y mayor ciudad del país es Jerusalén; el principal centro
económico y financiero se encuentra en Tel Aviv-Yafo y el mayor
centro industrial se localiza en Haifa.
El moderno Estado de Israel identifica sus raíces con
la antigua Tierra de Israel, un concepto central para el judaísmo desde hace más
de 3.000 años.
Después de la Primera Guerra Mundial y durante la partición del Imperio otomano, la Sociedad de Naciones aprobó el Mandato británico de Palestina con la intención
de crear un «hogar nacional para el pueblo judío». En 1947, las Naciones Unidas aprobaron
la partición de Palestina en dos Estados, uno
judío y uno árabe. El 14 de mayo de 1948, el Estado de Israel declaró su
independencia, lo cual fue seguido por la Guerra árabe-israelí de 1948 con los vecinos
países árabes, que se negaron a aceptar el plan de la ONU. Las sucesivas
victorias en una serie de guerras posteriores confirmaron su independencia y
ampliaron las fronteras del Estado judío más allá de lo dispuesto en el Plan de
Partición de las Naciones Unidas. Desde entonces, Israel ha estado en conflicto con muchos de los países árabes vecinos, con varias guerras y
décadas de violencia que continúan hasta el día de hoy. Desde su fundación,
las fronteras de Israel e incluso el derecho a existir del propio Estado ha
estado sujeto a controversias, especialmente entre sus vecinos árabes.
Durante los últimos tres mil años, Israel ha
identificado la Tierra de Israel como su
patria, Tierra Santa o la Tierra Prometida
Historia
Raíces históricas
Posteriormente, bajo los sucesivos dominios
extranjeros de Asiria, Babilonia, el Imperio aqueménida, Macedonia, y el Imperio seléucida, la presencia de judíos se vio sustancialmente disminuida a consecuencia
de las sucesivas expulsiones de que fueron objeto. El pueblo de Israel fue
independiente tan sólo tres veces después del exilio babilónico:
El último momento de plena independencia del pueblo
judío fue el breve período de la rebelión de Bar Kojba. Durante tres años (132-135) las fuerzas judías resistieron al
Imperio romano, hasta que finalmente la revuelta fue aplastada por el emperador Adriano. El fracaso de la
revuelta ocasionó la expulsión definitiva de los judíos del país y la
reconstrucción de Jerusalén como colonia romana con el nombre
de Aelia Capitolina.
Una vez destruido el Estado judío y exiliada la mayor parte de su población,
los romanos cambiaron intencionadamente la denominación del país, que pasó a
denominarse Siria Palestina o simplemente Palestina, un nombre
derivado de los antiguos adversarios de los judíos, los filisteos.
Edades Media y Moderna
Tras la división del Imperio romano, Palestina estuvo
bajo el dominio de Bizancio hasta el año 639, en que se produjo la conquista árabe.
Entre 1096 y 1244 motivados por el fervor religioso,
la pérdida de poder bizantino ante los turcos y la imposibilidad de peregrinar
a Jerusalén, la nobleza europea promovió varias Cruzadas. La Primera Cruzada tuvo lugar en
1099 y finalizó con la conquista de Jerusalén y el
establecimiento de cuatro Estados Cruzados en oriente medio, entre ellos
el Reino de Jerusalén. Durante la toma de Jerusalén los cruzados realizaron
una cruenta matanza, que no respetó judíos ni musulmanes. A lo largo de las
siguientes décadas de dominio cristiano se produjo el asentamiento de colonos
europeos, sobre todo italianos y francos y un notable incremento comercial
impulsado por las Repúblicas marítimas.
En 1517 la región fue sometida por el Imperio otomano, cuya dominación se
prolongó cuatro siglos (hasta 1917).
Diáspora e inmigración
Después de diversas sublevaciones, los romanos
destruyeron Jerusalén y obligaron a casi la totalidad de los judíos a huir de
Israel, comenzando un largo periodo de exilio conocido como Diáspora. Los judíos de la
diáspora anhelaron regresar a Israel durante siglos.
Un siglo después, el rabino español Nahmánides emigró a Jerusalén y desde
entonces se mantuvo una presencia constante de judíos, especialmente en
Jerusalén.
Sionismo y aliyá
Entre 1916 y 1929, se sucedieron varios ataques por
parte de los árabes contra las comunidades judías y cristianas residentes y
contra los peregrinos de Tierra Santa. Los más importantes
fueron los de 1920 y los de 1929 en Safed y Hebrón. Ya antes de 1919 los
cristianos habían sido acosados por los árabes, furiosos por la venta de
terrenos de la parte cristiana de Jerusalén a compradores judíos.
En 1939, los británicos abandonaron el
compromiso de favorecer la creación de un Estado judío, así como la de la
partición de Palestina, abogando por un único Estado en la región. Además,
tomaron medidas para limitar la inmigración judía y restringieron la compra de
tierras por parte de los judíos. Pese a ello, al estallar la Segunda Guerra Mundial los líderes sionistas apoyaron decididamente a
Gran Bretaña. Los británicos, sin embargo, mantuvieron la prohibición de
inmigración judía a Palestina durante toda la Segunda Guerra Mundial. Muchos
judíos fueron interceptados y devueltos a la Europa dominada por los nazis, si
bien un gran número pudo entrar de forma clandestina en el país.
Los refuseniks
Durante la guerra fría, los judíos
soviéticos fueron considerados con frecuencia como traidores y espías, con ese
pretexto se practicó una vez más el antisemitismo oficial por parte de las
autoridades soviéticas. Muchos judíos intentaron abandonar la URSS, pero muy pocos lograban el permiso
correspondiente para emigrar. La sola solicitud del visado suponía un grave
riesgo, pues conllevaba a menudo la pérdida de sus trabajos, la confiscación de
sus bienes e incluso el ostracismo de toda la familia. Con posterioridad a
la guerra de 1967, la situación de los judíos a quienes se les rechazaba el visado,
conocidos ya como refuseniks, se
convirtió en un tema permanente de denuncia por parte de los grupos de derechos
humanos occidentales.
Con las políticas de glásnost y perestroika, ya en los últimos
años de la Unión Soviética y una vez logrado el ansiado derecho de los refuseniks a
emigrar, cientos de miles de judíos decidieron abandonar la URSS. Solo entre
1987 y 1991, más de medio millón de judíos salieron de la URSS y Rusia, de los
cuales 350 000 se dirigieron a Israel y 150 000 a los Estados Unidos.
Esta gran oleada migratoria, que se extendió durante
aproximadamente 10 años, influyó notablemente en el equilibrio demográfico y en
el desarrollo económico de Israel, generando un salto positivo en el país,
también gracias a la cantidad de nuevos inmigrantes con buen nivel académico en
todas las ramas de la ciencia y la tecnología.
El Estado de Israel
Tras el informe de la comisión Peel, una comisión
internacional que evaluó la situación sobre el terreno, la Asamblea General de
las Naciones Unidas aprobó el 29 de noviembre de 1947 un plan que dividía a
Palestina en dos Estados, dando a los árabes y a los judíos una extensión
similar de terreno.
La ONU no adoptó ninguna disposición para ejecutar el
Plan y, apenas dos semanas después, en una reunión pública celebrada el 17 diciembre,
la Liga Árabe aprobó otra resolución que rechazaba de forma taxativa la de la ONU y
en la que advertía que, para evitar la ejecución del plan de la ONU, emplearía
todos los medios a su alcance, incluyendo la intervención armada.
No hubo ningún intento por parte de la ONU de evitar
la intervención armada que había proclamado la Liga Árabe meses atrás y, al
día siguiente de la declaración de independencia, los cinco países árabes
vecinos declararon la guerra al naciente Estado de Israel y trataron de
invadirlo. En la guerra intermitente que tuvo lugar durante los siguientes 15
meses (con varias treguas promovidas por la ONU), Israel conquistó un 26 %
de terreno adicional al del antiguo mandato, mientras que Transjordania ocupó las áreas de Judea y Samaria, actualmente conocidas como Cisjordania, y Egipto ocupó el
territorio correspondiente a la actual Franja de Gaza.
La mayoría de los israelíes deben servir en el
ejército a los 18 años de edad. Los hombres sirven durante tres años y las
mujeres entre dos o tres. Tras el servicio obligatorio, los hombres pasan a la reserva hasta los 40
años de edad. Es habitual que varias semanas al año durante su estancia en la
reserva sirvan en servicio activo. Por su parte las mujeres en su amplia mayoría
están exentas de formar parte de la reserva.
El equipo militar del que dispone el país se compone
en su mayoría de sistemas armamentísticos de alta tecnología diseñados y
fabricados en Israel, así como importaciones extranjeras. Desde 1967, Estados Unidos ha sido el
aliado y contribuyente extranjero más notable en cuanto a ayuda militar se
refiere.
Israel también cuenta con los misiles Arrow, que le
permiten operar uno de los únicos escudos antimisiles que existen en el mundo,el
Iron Dome o Cúpula de Hierro, sistema de misiles antibalístico que se ha ganado las felicitaciones de
numerosos países a nivel mundial por interceptar cientos de Qassam, BM-21, Fajr-5 provenientes en
su mayoría de la Franja de Gaza.
Desde la Guerra del Yom Kippur de 1973, Israel ha desarrollado una red espacial
de satélites espía —oficialmente llamados de reconocimiento. El éxito del
programa Ofeq, nombre que recibe esta red de satélites,
ha convertido a Israel en uno de los únicos siete países en el mundo que
cuentan con este tipo de sistema.
Desde su creación, Israel ha dedicado una parte muy
importante de su PIB a gastos militares.
Israel vive en estado de conflicto casi permanente
debido a que su derecho a existir ha estado sujeto
a controversias desde su fundación.
Clima
Situado entre los desiertos de África y Asia, de una parte, y del mar Mediterráneo, cálido y húmedo, de la otra, Israel se encuentra en una encrucijada de
influencias climáticas que han permitido distinguir hasta cuarenta tipos distintos
de clima en tan reducida superficie.
Las regiones montañosas suelen ser ventosas y muy
frías -a veces con nevadas-. El pico del Monte Hermón está cubierto de
nieve la mayor parte del año y Jerusalén generalmente
recibe al menos una nevada cada año. Las ciudades costeras, como Tel Aviv y Haifa, tienen un típico clima mediterráneo con frío y lluvioso, con inviernos largos y veranos
muy calurosos. En el extremo sur, en el golfo de Eilat, el clima es tropical
seco.
En general se aprecia una estación seca
(abril-octubre) y una lluviosa (desde octubre-noviembre hasta abril). De mayo a
septiembre, son raras las lluvias en Israel.
Con escasos recursos hídricos, Israel ha desarrollado
varias y variadas tecnologías para el ahorro de agua, incluidas las de riego por goteo. Los israelíes también
aprovechan la considerable luz solar disponible para la energía solar, lo que
hace de Israel la nación líder en uso per cápita de energía solar.
A pesar de los limitados recursos naturales, el
desarrollo intensivo de la agricultura y el sector industrial durante las
últimas décadas convirtió a Israel prácticamente en autosuficiente en la
producción de alimentos.
Las principales exportaciones incluyen frutas,
verduras, productos farmacéuticos, software, productos
químicos, tecnología militar, y diamantes.
El turismo, especialmente el turismo religioso, es
otra industria importante en Israel.
En 1998, la revista Newsweek situó
a Tel Aviv entre las diez
ciudades más influyentes del mundo en el ámbito tecnológico.
Moneda
Se permite entrar en Israel con una cantidad ilimitada
de divisas extranjeras en efectivo, cheques de viaje, letras de crédito, etc.
Aunque la mayoría de los pagos se pueden realizar en euros o dólares, el cambio se
entregará en nuevos shekalim. Para realizar
cambios de moneda hay que dirigirse a los bancos, oficinas de cambio, oficinas
de correos y algunos hoteles.
Turismo
Cada año llegan millones de peregrinos cristianos,
judíos y musulmanes a sus lugares santos. En Israel se puede visitar desde la
Iglesia de la Natividad en Belén, que está construida
sobre el lugar donde según la Biblia nació Jesús.
En Nazaret se visita la
Basílica de la Anunciación, construida en el sitio donde el Arcángel Gabriel
apareció ante María para anunciarle la llegada de Jesús. En Jerusalén, la
Cúpula de la Roca, en el Monte del Templo, es el tercer sitio más importante
del islam y ocupa el lugar desde el que se cree que Mahoma ascendió a los
cielos.
La iglesia del Santo Sepulcro en la colina del Gólgota
es uno de los sitios más sagrados para la cristiandad pues señala el lugar de
la crucifixión, entierro y resurrección de Jesús. Los judíos se acercan a rezar
al Muro de los lamentos, lo único que queda del antiguo Templo de Jerusalén, hecho por el rey Salomón.
Ciencia, educación y tecnología
Israel tiene la mayor esperanza de vida escolar del
sudoeste de Asia, y está junto con Japón con la segunda
más alta esperanza de vida escolar del continente asiático (después de Corea del Sur). Asimismo Israel
tiene la mayor tasa de alfabetización en Asia
Sudoccidental, de acuerdo con las Naciones Unidas. La Ley de Educación del
Estado, aprobada en 1953, estableció cinco tipos de escuelas: estatales laicas,
estatales religiosas, ultraortodoxas, escuelas comunales y escuelas árabes.
La educación es obligatoria en Israel para los niños de edades comprendidas entre los tres y
dieciocho años.
Existe un proyecto educativo, llamado Mano a mano, que, en 2014 ya tiene 5 escuelas públicas, en el cual los niños judíos, árabes cristianos, árabes musulmanes y drusos estudian juntos
como forma de promover la paz y la inclusión social.
Israel ocupa el tercer lugar en el mundo con el número
de ciudadanos que tienen títulos universitarios (20 por ciento de la
población).
Los aportes israelíes a la ciencia y a la tecnología han sido muy
significativas y más si se tiene en cuenta su pequeño tamaño. Desde su
fundación, Israel ha dedicado notables esfuerzos a la ciencia y a la ingeniería. Los científicos
israelíes han realizado contribuciones relevantes a la genética, a la informática, a la electrónica, a la óptica y a otras
industrias de alta tecnología. La ciencia israelí es bien conocida por su
vanguardista tecnología militar. Israel ha sido también pionera en tecnología
agrícola avanzada. Israel tiene una alta reputación en física teórica y también es apreciada su desarrollada medicina.
Israel ocupa el tercer puesto en gasto en Investigación y Desarrollo, el octavo en
preparación tecnológica (de acuerdo al gasto de sus compañías en I+D, la creatividad de su comunidad
científica, el número de ordenadores personales y el índice de penetración de
Internet), el undécimo en innovación, el decimosexto en exportaciones de alta
tecnología y el decimoséptimo en logros tecnológicos en la lista Nation Master
de países en el mundo por estándares económicos.
Israel es un país de tamaño pequeño, con una población
de 8,3 millones de habitantes (2015); de ellos, el 80 % son judíos, y el 17 % árabes.
Matrimonio religioso y
ausencia del matrimonio civil
Aunque el Ministerio del Interior israelí reconoce los
matrimonios civiles celebrados fuera de sus fronteras, no existe dentro del
territorio y el único matrimonio reconocido es el religioso, cualquiera sea la
religión.
La cultura de Israel es inseparable de la historia del
judaísmo y del pueblo judío que la preceden. La diversidad cultural de Israel
se deriva de la diversidad de su población: judíos de todo el mundo
llevaron sus tradiciones culturales y religiosas consigo, creando un crisol de
costumbres y creencias de la cultura judía. Israel es el único país del mundo
donde la vida gira en torno al calendario hebreo. El trabajo y las
vacaciones escolares son determinadas por las fiestas judías, y el día oficial de descanso es el
sábado, el Shabat.
La importante minoría árabe de Israel también ha
dejado su impronta en la cultura israelí en esferas tales como la
arquitectura, música, y cocina.